Nuevos descubrimientos

Los que me conocéis sabéis de sobra que soy súper negada con mi pelo y mis manos.

Hace ya unos meses llegó a mis manos, para probar este aparetete milagroso del que todas las bloguers hablan tan fenomenal (de algunas me creo muy poco desde que me enteré que les pagan por hablar bien del producto a pesar de ser una patata) y de ser el regalo estrella de las navidades. Yo que soy una cata caldos tenía que probar ha hacerme unos rizos en este pelo que tengo tan tieso e indomable y cual fue mi sorpresa que me encantó. Con sus tres posiciones puedes hacerte rizos más definidos o menos y si luego te lo cepillas queda un pelo precioso.

Os lo recomiendo, sobretodo a las que seáis tan negadas como yo con el pelo.

Mi otro descubrimiento ha sido la manicura permanente.

Soy un persona muy nerviosa lo que hacía que lo pagara con mis manos. Para la boda de una amiga decidí intentar arreglar un poco mis manos y fue cuando descubrir este tipo de manicura. Estoy encantada dura entre veinte y treinta días intacta, con un brillo magnifico y te la pueden hacer en un montón de colores y si la chica es apañada te puede hacer dibujos molones.

Hasta siempre Navidad

Hoy doy por terminada oficialmente la Navidad ya que es el primer día de descanso después de una campaña de más de dos meses.
Durante todo este tiempo y después de muchas horas de trabajo te da tiempo a ver pasar todo tipo de clientes.
El cliente despistado, el pasota, el pesetero, el regateador, el preguntón, el medidor, el indeciso,  y el que más me mola, el sabelotodo que va de experto y en realidad no tiene ni idea pero cuando vas a sacarlo de su error se da por ofendido o se inventa las cosas.
No todo van a ser ese tipo de clientes, también tengo que dar las gracias a clientes amables, atentos, que se dejan aconsejar y que incluso alaban tu trabajo felicitándote tanto personalmente como en la empresa.
Gracias a todos y cada uno de los que habéis pasado por mi trabajo (y si habéis comprado mejor) ya que con vosotros cada día aprendo algo nuevo y hacéis que me esfuerce por hacerlo mejor.

Uniformidad

Ya se que trabajar con uniforme tiene sus ventajas como no tener que pensar en que vas a ponerte todos los días o puedes ahorrar gran cantidad de dinero en ropa; pero me da igual yo quiero poder elegir que ponerme todos los días así me entretengo, me alegro y no pienso en otras cosas.

Las empresas, marcas, compañías, etc se que lo hacen para tener una imagen más cuidada y todas esas cosas que muchas cabezas pesantes detrás de una mesa en un despacho ven super bien pero que llevada a la realidad el 90% de las veces no da el resultado querido y os lo explico en mi caso.

Yo llevo un uniforme negro (tan negro como ir de viuda o como una cucaracha), si fuera un traje de chaqueta con un corte medio decente y que se adaptara bien para trabajar yo super contenta ya que el negro es elegante y hace más delgada pero ese no es mi caso ya que mis pantalones son de una tela diferente a la de la chaqueta que encima me esta corta de mangas las cuales termino remangando en plan guay para que no se note. 

Para colmo mis otras dos compañeras llevan cada una una uniformidad distinta, con lo cual te encuentras que esa imagen que se quiere proyectar y que alguien sentado en su mesa pensó no se da ni de lejos.

No me voy a introducir en el mundo complementos con uniforme ya que muchas veces se peca tanto de complementos y exceso de maquillaje para poder resaltar lo que el uniforme no deja destacar que aveces el uniforme parece un árbol de navidad con luces de neon.

En resumen NO ME GUSTA TRABAJAR CON UNIFORME.

Bodas de invierno.

El sábado pasado tuve el honor de asistir a una de las bodas más esperadas. Se casaba una de mis amigas de toda la vida después de un largo noviazgo (como el mio, pero yo al paso que llevo me moriré sin haber pasado por el altar).

Después de dar muchas, muchísimas vueltas por las tiendas decidí optar por un vestido asequible y gastarme algo más de dinero en un abrigo decente que en verdad si que me hacía falta. Los zapatos y demás complementos ya los tenía de otros eventos y  fueron los que dieron el toque original. 

Os cuento todo esto (que quede claro que es solo una opinión personal) por si tenéis que asistir a algún evento importante u os estáis planteando casaros en invierno. Me parece que es lo más deslucido del mundo. No sabes si es correcto ponerte un abrigo y que tipo de abrigo, chal, o poncho peruano, sandalias, botas o zapatillas de estar por casa, los colores son apagados y los días muy tristes, además de pasar un frío increíble.

Quizás mi opinión esta algo o muy condicionada a que a mi no me gusta el frío y odio el invierno. Soy más de verano, calor, luz, sol, colores llamativos y ropita fresquita. 

¡¡Con lo cual, amigos, ya sabéis en que época del año me voy a casar!!

La crisis de los 30

Maldita crisis de los 30 en mi caso de los 30 y pico.

Cuando cumplí los 30 yo estaba más feliz que una perdiz y me parecía una tontería cuando me hablaban de la tan temida crisis de los 30 ya que yo siempre he pensado que los 30 de ahora son los 20 de antes.

Han pasado varios años desde que me adentré en la treintena y se ve que yo voy con algo de retraso ya que ha sido este ultimo año en el que ha llegado a mi cabeza esa crisis que me ha abierto los ojos y cambiado mi forma de ver la vida.

Me ha dado por pensar en todas las cosas que soñaba que iba a hacer y tener cuando tuviera 30 años y que hoy en día no tengo ni he realizado, aunque también tengo que decir que he vivido muchas cosas y tengo otras muchas que nunca jamas habría pensado.
Sobretodo me ha dado por valorar mi relación con los demás. Creo que soy una persona que suelo darlo todo sin pedir nada a cambio, que suelo ver la vida de forma positiva aunque también tengo mis días de bajón, razono las cosas antes de tomar decisiones importantes y no me gusta para nada discutir con lo cual muchas veces prefiero dar mi brazo a torcer ya que luego soy yo la que lo pasa mal y se come la cabeza durante días, y es por ello que desde hace un tiempo he tomado la decisión de comportarme con las demás personas como ellas se comporten conmigo. Yo también necesito que tiren de mi, que alguien levante el teléfono y me pregunte como estoy y se preocupen por mi persona. 

Gracias a Dios tengo gente maravillosa a mi al rededor que me apoya y por la que merece la pena sonreirle a la vida.

A todas esas personitas que me hacéis la vida más fácil todos los días solo me queda deciros